
Publicado: 26/12/2016
Un
problema que atendemos con cierta frecuencia en nuestro taller mecánico de Oviedo es el de los coches cuya parte delantera
está plagada de insectos después de haber hecho un viaje largo por carretera.
Pese a que muchos conductores no le dan demasiada importancia, los restos de
insectos pueden ser muy dañinos para la carrocería del coche.
La pintura de la carrocería de los coches está protegida por un barniz que la
protege y le da ese brillo tan característico. Una de las características de
este barniz es su elasticidad, de manera que cuando circulamos, choques con los
insectos que encontramos en nuestro camino producen pequeñas roturas en ese
barniz que, en solo unos segundos vuelve a cubrir la parte dañada. A veces
ocurre que restos del insecto quedan atrapados en esa capa de barniz y entran
en contacto directo con la carrocería.
Los restos de los insectos contienen sustancias que son corrosivas tanto para
la pintura como para la propia chapa y si no se retiran rápidamente pueden
dañarla haciendo que aparezcan restos de óxido en el frontal de nuestro coche
y, cuando esto ocurre, la única manera de arreglarlo es llevar el coche a un taller mecánico de Oviedo especializado
en chapa y pintura.
La forma de evitar este problema es la de lavar el coche siempre inmediatamente
después de haber realizado un viaje largo, especialmente en los meses de
primavera o verano. De este modo, podremos eliminar los restos de insectos
antes de que puedan empezar a afectar a la pintura o a la carrocería. Pero si
en tu coche son visibles estas manchas, otra solución es traérnoslo a Artime Motor y volverás a presumir de
coche nuevo.